Buscamos la felicidad pero sin saber dónde, como los borrachos buscan su casa, sabiendo que tienen una

martes, 31 de mayo de 2011

LA ENERGÍA NUCLEAR

Con los vídeos que se nos enseñó en la clase de filosofía y mi opinión personal,  he llegado a la conclusión de que podríamos emplear otros sistemas más seguros y menos contaminantes para conseguir energía para la vida cotidiana. No me convence este tipo de energía ni lo que se hace con los desechos radiactivos, etc.

Muchísima gente a muerto a causa de catástrofes ocurridas por explosiones u otros acontecimientos, pero como lo vemos tan lejos no nos llegamos a preocupar lo suficiente. Deberíamos tomar medidas porque en cualquier momento podría pasar un accidente que nos podría afectar gravemente a millones de personas, tanto con cánceres variados como con fuertes quemaduras, destrucciones de organos internos, etc.
En cualquier momento nos podemos llevar un buen susto, y entonces será cuando veamos todo lo que han llegado a sufrir las personas de otros países y ciudades que se han quedado sin hogar, sin familiares, sin NADA.

Y todo por culpa de un tipo de energía que hemos creado el ser humano.
Pienso que si hasta hace unos años se ha podido vivir sin la energía nuclear, ahora también podríamos conseguirlo, pero supongo que a los gobiernos, Estado, etc., no les importa no usar este tipo de energía por motivos económicos, porque al ser el tipo de energía mas barato, sacan más beneficios.
A los gobiernos y multinacionales les interesa porque también es rentable y no tienen en cuenta lo peligroso que es y lo difícil que es deshacerse de los residuos nucleares.Hay que ver lo que nos ciega el dinero al ser humano.
La verdad es que pienso en la cantidad de gente que a sufrido tales calamidades y...se me parte el alma

lunes, 21 de marzo de 2011

HAKUNA MATATA







Hakuna matata es una expresión del idioma suajili que se traduce como "no te angusties" (su traducción literal correspondería a "no hay problema").


Nosotras utilizamos esta expresión para decir a la gente que no se angustie, que viva y que deje vivir, que sea feliz, y que a pesar de todos los problemas que tengamos a lo largo de nuestra vida, tenemos que mirar más allá del horizonte y darnos cuenta de que la vida son dos días y uno llueve, tenemos que mirar el lado positivo de las cosas, valorar lo que verdaderamente merece la pena de la vida, etc...así que CARPE DIEM y... HAKUNA MATATA!!




HAKUNA MATATA, QUE BONITO ES VIVIR.
HAKUNA MATATA, VIVE Y SÉ FELIZ.
NINGÚN PROBLEMA DEBE HACERTE SUFRIR...
LO MÁS FACIL ÉS SABER DECIR: HAKUNA MATATA!!!!!


http://www.youtube.com/watch?v=4ZITda8Il0s&feature=related

NO ES MÁS FELIZ EL QUE MÁS TIENE SINO EL QUE MENOS NECESITA


LAS POSESIONES NO AUMENTAN LA FELICIDAD
Si las posesiones fueran reflejo de felicidad, los ricos serían mucho más felices que las personas de clase media. Pero esto no es así.
Hay niños muy ricos, cuyos padres han llegado a una posición social muy alta. Estos niños son mimados y educados desde el valor del dinero y la cantidad que ellos tienen. Son adictos a comprar y les da igual que comprarse y cuanto cueste. Una vez que ven lo que quieren son rápidos e imparables. Pero en el momento en que lo compran sienten una depresión, que va más allá del remordimiento de comprador/a. Ninguna compra les satisface, y esto les hace sentir miedo a no valer lo suficiente. El resto de la gente les quiere, generalmente, por su dinero y esto les dificulta encontrar el amor y las amistades verdaderas.
Se ha descubierto que los grados de felicidad de las personas más ricas del mundo son ligeramente superiores a los del resto de las personas. Sin embargo muchas de las personas ricas están de acuerdo en que la riqueza puede hacer desgraciadas a las personas.
Los bienes materiales a la hora de hacer felices a las personas suelen fracasar. Estados Unidos, es el país más rico del mundo y también uno de los menos felices.
También está demostrado que los países más pobres del mundo son lo más infelices. Esto se traduce en que el dinero puede aumentar la felicidad cuando hay una pobreza extrema.
El consumismo, por otro lado, pretende convencernos de que seremos más felices si compramos diversos productos. Es el sostén principal de todas las economías del mundo. En Estados Unidos representa los dos tercios de la economía. Cada día se nos inunda de mensajes publicitarios destinados a cambiar nuestra forma de pensar. Son mensajes producidos por algunas de las personas más convincentes del mundo.
Debemos de ser conscientes de que la felicidad no está en el verbo comprar.
La frase “no es más rico el que más tiene sino el que menos necesita” nos transmite que los bienes materiales no hacen rico al hombre. Es rico quien prescinde de lujos innecesarios, el que tiene suficiente con lo que tiene y sabe valorarlo, el que se basta a sí mismo.
Las personas que no necesita más bienes materiales de los que ya poseen, son más ricos que los que aún teniendo un gran número de bienes materiales no ha saciado todavía su ambición.
Cuentan que el filósofo Diógenes apenas tenía relación con la gente y que vivía en un tonel en el campo. Y era feliz. Una mañana se acercaron a él un grupo de ciudadanos que le encontraron tomando el sol junto a su tonel.
Le dijeron: "Diógenes, ¿por qué desprecias el mundo y vienes a vivir tan miserablemente en un tonel? Sabemos que eres sabio, dinos, ¿qué quieres?"
El filósofo contestó: "Lo único que quiero es que te apartes, porque me estás tapando el Sol".




viernes, 11 de marzo de 2011

LA FELICIDAD

LA FELICIDAD VERDADERA NO ES UNA META.


La verdadera felicidad es más una dirección que una meta. Si en este momento preguntamos a un centenar de personas sobre lo que para ellas significa ser feliz, la mayoría diría que es feliz quien puede complacer lo antes posible cualquier deseo o apetencia. Este tipo de felicidad no es auténtica, porque solo resulta de la satisfacción de un deseo, no de la experiencia directa de quien ha aprendido a sentirse invadido por el gozo y la dicha de manera gradual por ser uno la felicidad misma. Soy feliz porque me poseo a mí mismo, me tengo y yo soy algo de lo que no puedo ser desposeído.


La felicidad verdadera no depende de factores externos, ya que, si es así, cuando falten esos factores externos que supuestamente nos proporcionan gozo y satisfacciones también desaparecerá esa felicidad, porque no es auténtica. Solo es imperecedera y auténtica la felicidad no condicionada, que es muy difícil definir y sabemos de su existencia por la experiencia íntima, que es tan real como nosotros mismos. Todo ser humano ha tenido alguna vez en su vida esa sensación indescriptible de estar a gusto, gozoso y en paz, viviendo en plenitud el presente.
La felicidad no es consecuencia de condicionamientos psicológicos, ya que la felicidad es algo intrínseco a nuestra naturaleza esencial humana. No sucede lo mismo con el sufrimiento, que siempre es consecuencia de condicionamientos psicológicos y por tanto no es algo intrínseco a nuestra naturaleza esencial. De ahí que el objetivo fundamental sea dirigirnos hacia el logro de mayores y más frecuentes experiencias gozosas evitando los sufrimientos y dolores, sobre todo las causas que los producen, mediante una adecuada higiene mental.
La felicidad, además, es una cualidad inherente a la misma conciencia de la persona, y a mayor amplitud o grado de capacidad de ser consciente, mayor felicidad.
Hay un paralelismo en la evolución de todos los seres vivos y su capacidad de conciencia. En los animales parece claro que existen grados; es decir, la capacidad de conciencia del perro, del delfín o del caballo es muy superior a la capacidad de conciencia de la rana o de las gallinas.
En el caso del ser humano, cuya capacidad de ser consciente es muy superior a cualquier animal irracional, pueden darse notables diferencias de ser conscientes y, en consecuencia, de ser feliz. La persona cuyos horizontes o metas no van más allá de la satisfacción de sus necesidades fisiológicas y apetitos e instintos, su placer se limita a satisfacer necesidades como alimentarse, dormir… Desde ese grado mínimo humano de capacidad de ser consciente propio del hombre más primitivo y con menor desarrollo, podemos ir subiendo escalones en la capacidad de ser consciente hasta el otro extremo en el que se encuentran los genios, los santos, los grandes pensadores y los grandes benefactores de la humanidad, con una gran amplitud del campo de su conciencia y con infinita capacidad de experimentar gozo y paz interior.
La conciencia amplia, con plena expansión, va aumentando y creciendo a medida que el individuo enriquece su yo, su mismidad, abriéndose a un tú de forma generosa y aun nosotros, al Todo universal que le confiere absoluta plenitud.



Esta creciente capacidad o amplitud de la propia conciencia nos prepara para lograr la verdadera felicidad en cada instante de nuestra vida, no como meta final, sino como dirección hacia donde dirigimos todos nuestros pasos, ilusiones y esfuerzos. Nos capacita también ara prevenir y para saber afrontar con éxito el sufrimiento cuando llega y nos habitúa al disfrute del gozo puro por sí mismo, que nace, crece y se desarrolla en nuestro interior y hace posible que cada persona por sí misma sea la felicidad y no que la felicidad venga determinada y condicionada por factores externos.
La felicidad verdadera, que corre paralela con el grado de amplitud de la capacidad de conciencia, es una experiencia de indescriptible paz, serenidad y gozo que libera desde su interior toda persona en proporción y en razón directa al grado de libertad interior y a la amplitud del campo de la propia conciencia. Por eso, la felicidad auténtica, de rango superior, es un gozo sin causa, el gozo por sí mismo liberado desde el interior, de manera que no se adquiere, sino que se manifiesta cuando la persona es plenamente ella misma y se siente integrada en el Todo.
Capacidad de conciencia equivale a capacidad de felicidad... Entonces, en el caso de que surja el sufrimiento, ¿también la capacidad de conciencia hará que el dolor sea mayor, más intenso? Evidentemente. Pero una ventaja propia de la amplitud del campo de conciencia es su extraordinario poder para prevenir, para evitar el dolor. ¿Por qué? Porque al ser muy grande el grado de lucidez y de claridad de percepción de las cosas y de entendimiento y sensibilidad, podemos anticiparnos a las causas psicológicas que hacen posible el sufrimiento y nos impiden ser felices.


¿Por qué la misma persona, a lo largo de su vida y a veces en la misma semana o el mismo día, se siente más o menos feliz? Porque la capacidad de ser conscientes varía según la etapa evolutiva del individuo y según sea su grado de lucidez a lo largo de una misma jornada… Felices por la mañana y menos felices por la tarde.
Nuestra capacidad de ser felices aumenta en la medida en que nos hacemos más universales en pensamientos y afectos. Si estamos felices, nuestra mente se abre a todas las posibilidades y nuestro corazón se hace tan grande que acoge a todos los seres, todo el universo cabe en nuestro corazón.
¿Qué le sucede a la persona triste, depresiva, desgraciada? Pues su nivel de claridad y de lucidez mental disminuye y su capacidad de conciencia se contrae, queda limitada en sus reducidas y particulares preocupaciones personales. Se reduce al máximo su círculo de influencia y aumenta sobremanera el círculo de las preocupaciones. Se siente más solo, sin unidad con otros, y el amor hacia los demás es casi imperceptible… El ser humano, al reducir la amplitud del campo de su conciencia se hace pequeño en casi todo… En lugar de ocuparse, se preocupa y en lugar de abrirse, se cierra en su egoísmo y se siente desgraciado.
¿Qué le sucede a la persona feliz y gozosa? Trasciende los límites de sus estrechas y cortas miras personales, se abre hacia los demás. Necesita dar de sí y compartir, contagiar su dicha, se siente unido y hermanado en un Todo. El YO camina gozoso y pleno hacia el TÚ y el NOSOTROS universal y TODO se comprende con el pensamiento y TODO se ama y cabe en el corazón. Al sentir gozo de SER y ESTAR con nosotros la conciencia se amplía sin límites y entonces, cuando todo el ser genera energía positiva y fuerza vital, afloran la felicidad y la paz interior como algo natural y propio de nuestra misma esencia humana. Se amplían al máximo el círculo de influencia y se reduce el círculo de las preocupaciones.
La amplitud de conciencia genera salud física y psíquica, pero sobre todo alegría de vivir, gozo interior, fuerza, paz y seguridad. La estrechez y contracción de la conciencia, por el contrario, produce o favorece el decaimiento físico, la apatía, el mal humor, la ira, los miedos, los estados depresivos, de soledad, inseguridad y temor.


Un denominador común, una idea básica distingue a todos los grandes maestros del espíritu: ser felicidad, sentirse felicidad en esa expansión sin límites en la que caben todas las cosas, todos los seres de la Creación. Es una liberación de energía positiva que fluye desde el interior y es siempre gozosa, Se caracteriza, porque despierta nuestro entusiasmo y una dicha inexplicable, siempre acompañada de esa incontenible energía contagiosa, exultante, revitalizadora y gozosa que transforma todo lo negativo en positivo, en cualquier momento y en cualquier circunstancia.


La persona que conoce por experiencia propia el gozo de la verdadera felicidad, que siente la máxima satisfacción en adentrarse más cada día en la bienaventuranza de su ser y ayuda a otros a hacer lo mismo, tiene muy claro que su felicidad interior no puede depender del azar, del albur de las circunstancias o situaciones del momento… Es felicidad, la crea, la genera constantemente, la va derramando a su paso y la contagia. Quien ya es felicidad vive en comunión con el Todo y vive en una permanente presente, en un hoy que ni empieza ni termina.
Este sería el último escalón del crecimiento personal, pero antes ha sido necesario recorrer un largo camino que iniciamos cuando toda nuestra vida estaba regida por móviles muy limitados, personales y egoístas y apenas si acertábamos a ver más allá de las exigencias de nuestros instintos y deseos que nos esclavizaban. Poco a poco se fue abriendo todo nuestro ser, nuestro campo de conciencia más allá de lo material, personal y familiar, fuimos capaces de comprometernos y vincularnos con las realidades de nuestros semejantes hasta intuir y experimentar el gozo por el bien que podemos proporcionar y causar a otras personas.
Dimos un paso más, puede que el más importante y el que nos dejaba ya a las puertas de la verdadera felicidad, cuando empezamos a entender que la vocación del ser humano es ser feliz porque la felicidad es consustancial al hombre y cada vez veíamos con más claridad que nuestra felicidad tiene su origen en el interior de la persona y no depende de lo esterno sino de la medida en que hayamos condicionado nuestra mente para ello.

Por fin, un día descubrimos el gran secreto. Ser felicidad es serlo con el Todo y vivir un eterno presente al servicio de los demás, sabiendo que cuanto invertimos en hacer felices a los demás se nos devuelve multiplicado y con los intereses más altos.

martes, 14 de diciembre de 2010

EL AMOR PLATÓNICO

�Qué es un amor platónico?


Se refiere al amor inalcanzable, a aquel que por diversas circunstancias no se puede materializar; en el puede haber un elemento sexual que se da de forma mental, imaginativa o idealística y no de forma física.
El amar de una manera platónica por lo general se asocia a:
- Cierta frustración que va unida al mismo tiempo a la esperanza de encontrar a la persona amada en la realidad a través de la fantasía y en la imaginación.
- Se manifiesta como una necesidad de tener lo ideal sin que sea real.
- También se manifiesta como una frustración de una realidad no consumada.


Origen del amor platónico

El amor platónico debe su nombre al sistema filosófico fundado por el griego Platón, para quien esta idea de amar se encuentra dentro de la clasificación de los tipos de amor en sus Diálogos (sobre todo en Fedro y El Banquete) donde nos habla de un amor a la belleza manifestándose típicamente en el amor entre un hombre y un muchacho, pero un amor que es preferible expresar en forma intelectual y no física.
Platón sostenía que el verdadero amor es el amor a la sabiduría, al conocimiento, por lo tanto el amor platónico no es el amor al ideal de una persona sino el amor a conocerla y por saber de ella.
Mientras que la belleza del cuerpo sostenía, no se halla en el cuerpo mismo sino que es la imagen o reflejo de la belleza espiritual, por lo que el alma humana debería aspirar a conocer y amar esa belleza esencial.